No queriendo decepcionar demasiado a los que esperaban encontrar de entrada críticas feroces contra este deporte en general, empezaré este blog comentando una de las pocas cosas que me han gustado del fútbol de los últimos años: Vicente del Bosque.
Defenestrado en el Real Madrid tras llevar a la gloria a este club allá a principios del siglo XXI, y olvidado durante algunos años, el salmantino ha demostrado a todo el mundo no sólo que se puede ganar haciendo las cosas bien, sino que se puede llegar muy lejos aún sin afanarse en chupar cámara, delegando el protagonismo en los demás y transmitiendo su tranquilidad.
Estoy convencido de que esto, la transmisión de la tranquilidad -junto con su paciencia, el trabajo duro y un talento innato que seguro tendrán los jugadores- ha sido determinante en la consecución del título. De otra manera, creo que es muy difícil no caer en las provocaciones de los holandeses. Gracias a Vicente, España ha hecho de su fútbol en este mundial un deporte noble. Lástima que sólo sea un espejismo.
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